Escoge tus aretes perfectos según tu rostro
¿Has notado que hay aretes que te encanta y otros que, a pesar de que a lo mejor le quedan muy bien a tu prima, a ti se te ven fatal? Esto pasa porque hay aretes que, por nuestra forma de rostro, nos quedan y otros que no.
¿Qué hace que un arete nos guste como se nos ve y no? La cara ovalada simétrica con facciones suaves es lo que generalmente consideramos como atractivo. Aretes que apoyen a recrear dicha forma y suavidad es lo que consideramos como “bonito”. Por ejemplo, si tienes la parte superior de la cara más pronunciada, los aretes que generan volumen en la parte inferior crearán balance haciendo que te veas simétrica por lo que es probable que te gusten más.
Como escoger los aretes que se te vean mejor según tu tipo de rostro.
Rostro ovalado:
Más alto que ancho con forma proporcionada.
El ancho de las esquinas de la frente y el ancho de los huesos de la quijada son similares.
Dado a que el objetivo es tener la proporción de este tipo de rostro, el rostro ovalado de le conoce como la mejor forma. Básicamente se puede utilizar cualquier tipo de arete. Sí, ¡cualquiera!
Rostro alargado:
Frente y mandíbula son de ancho similar.
Mentón prominente, alargado y estrecho.
Pómulos estrechos y en ocasiones altos.
El objetivo es generar volumen a los lados para crear un rostro más ovalando (menos larga).
Busca aretes anchos que generen balance al rostro. Diseños redondos, tipo argollas o esferas te quedarán perfecto. También estilo candelabro, siempre y cuando sean anchos con bordes redondos. Aléjate de aretes largos o puntiagudos que alarguen tu rostro.
Rostro diamante:
Barbilla y quijada puntiaguda y perfilada.
Facciones son más amplias en el ancho de la cada mientras la frente y la mandíbula son estrellas.
Silueta romboidal.
El objetivo es generar suavidad en las facciones.
Evita los diseños con forma diamante o curvas duras. Opta por aretes con curvas suaves que suavicen tus facciones. Pueden ser largos o cortos, siempre delicados.
Rostro redondo:
Silueta circular.
Misma distancia entre la parte superior de la frente a la mejilla como de los extremos de los pómulos.
El objetivo es disminuir el volumen de los lados alargando la forma.
La mejor opción son los diseños alargados. Pueden ser ovalados, lineales o rectangulares, pero siempre largos para alargar el rostro. Evita formas circulares o tipo botón para evitar acentuar la redondez de la cara.
Rostro triangulo invertido:
Forma similar a un triangulo invertido.
La frente es la facción más sobresaliente de la cara.
Barbilla pequeña o puntiaguda
El objetivo es crear volumen en la parte inferior de la cara creando balance.
Busca aretes con mayor volumen en la parte inferior. Diseños delgados en la parte superior y gruesos en la parte inferior.
Rostro cuadrado:
Frente ancha y mandíbula marcada.
La parte superior e inferior del rostro con dimensiones similares.
El objetivo es suavizar las facciones creando un rostro más fino y delicado.
Busca formas que suavicen tu rostro, largos en formas de curva o lágrima. Evita curvas duras, angulares o cuadradas que acentúan las líneas cuadradas de tu rostro.
Rostro corazón:
Frente y pómulos anchos.
Barbilla estrella y afilada
El objetivo es crear volumen en la parte inferior del rostro para balancear.
Busca aretes con formas contrarias a tu rostro, delgados arriba y anchos abajo, como el triángulo invertido. Triángulos o largos en forma de lágrima y candelabro son excelentes opciones. Aléjate de aretes con volumen en la parte superior, así como con forma redonda, de corazón o punta en la parte inferior.
¿Ya identificaste tu tipo de cara? ¿Te funcionan estos tips? Platícanos tu opinión.